lunes, noviembre 25, 2013

Reseña : El que habla con los muertos (Primer libro de la saga Crónicas Necrománticas)

Titulo original: Necroscope

Autor: Brian Lumley

Sinopsis: Un terrible demonio se encuentra en los Balcanes, en Rumania. Enterrado desde hace siglos en suelo consagrado, aprisionado por cadenas de plata y por la tierra, el vampiro urde siniestras conspiraciones. Boris Dragosani es utilizado por los servicios secretos rusos como el humano intermediario del vampiro. Dragosani está deseoso de explorar la insondable maldad del vampiro, y éste le enseñará las horribles artes de la nigromancia, otorgándole la capacidad de arrancar todos los secretos de la mente y el cuerpo de los muertos.


Hoy en día, los magníficos seres creados ya hace más de un siglo por el gran escritor Bram Stoker, han sido llevados a la prostitución y denigración de su esencia, pues escritores, directores de cine y televisión han puesto su estúpida e imbécil “perspectiva” de cómo es un vampiro a la orden de jóvenes que lo único que hacen es dejarse guiar por los estúpidos romances clichés y por la belleza física de sus intérpretes.

Sí, mi generación será recordada como la que hizo de los vampiros seres estúpidos sin carisma, elegancia, ni esa aura de oscuridad que hacía de los vampiros seres temibles y feroces, pero a la vez con ese toque de elegancia y mística que los hacia personajes excepcionales en cualquier medio artístico en que estuvieran integrados.

Por eso hoy quiero hablar de una gran historia escrita ya hace más de una década pero refrescante para cualquier persona que quiera leer una buena historia de vampiros, monstruos y seres mundanos salidos del vástago mundo de ultratumba.

El que habla con los muertos o en su título original (Necroscopio), el libro número 1 de la saga Crónicas necrománticas es una estupenda forma de mostrarle a esos directos y escritores estúpidos, como se puede tener una perspectiva diferente de un vampiro, sin perder su esencia.

Necroscopio es un libro que nos transporta a un mundo oscuro en guerra, combinando la fantasía, ciencia ficción, un poco de humor negro y horror. Esto hace una conjunción muy atractiva para muchas personas, haciendo de este, un libro interesante desde su título.

Necroscopio es un libro con ambientes estupendos, muy bien cuidados y detallados. Las atmósferas que logra crear el escritor son maravillosas, combina perfectamente los paisajes naturales fantasmagóricos con los ambientes típicos del horror.

Los personajes son excelentes cada uno con personalidades muy precisas y detalladas, son personajes carismáticos. Lumley hace un estupendo trabajo con los personajes, ya que durante la obra nos va detallando a cada personaje, haciendo que tengamos una mejor conexión con la historia y los personajes.
El libro está escrito en forma “no lineal” esto quiere decir que Lumley nos describe muchas historias que al final son juntadas con gran maestría, haciendo que no se pierda el interés por la historia principal.

Necroscopio es un libro que cualquier amante del horror, los vampiros (los buenos vampiros), la fantasía y el humor negro debe leer. Y  si le gusta, procurar leer la saga completa. El único punto negativo que le veo al libro es que Lumley en su afán de engranar perfectamente la historia, hace una transformación de argumento  “poco usual” la cual hace que el argumento se perdía un poco, pero al final termina siendo poco determinante, pues el desenlace y producto final son excelentes.

En general el primer libro de crónicas necrománticas es una buena entrega, buenos personajes, buenos ambientes, buena historia, todo está muy bien escrito, obviamente no esperen una prosa fabulosa, pero Lumley tiene una narrativa correcta y una prosa correcta para lo que quiere escribir.

Como final quiero decir que comenzare a leer el segundo libro de la saga y si no pasa nada fuera de lo común, seguiré haciendo reseña de esta saga.

Puntuación: 8.0 Buena obra

"Los Juegos del Hambre: En Llamas"



En Llamas, la vilipendiada, la esperada, la ignorada, la contundente. El escenario en que transcurre está en un estado de afectación tal que apenas es tangible la carga emocional que deben llevar sus protagonistas, pero se logra, a pesar de lentitud apreciable en ese aspecto. Si, es un pelín confusa.

Confiaba en Francis Lawrence, y lo que hizo está más allá de lo que yo esperaba de esta cinta. ¿Palomitera? De las mejores de este año. Busca entretener, busca prendarte a la historia que transcurre ante tus ojos para que no te quede más remedio que verla, consigue aquello que fue a buscar: ser un aceptable taquillazo (no mariconadas como The mortal instruments) pero además se lleva el premio: ser inintencionadamente más de lo que pretende.

No esperaba que captase tan bien la emoción, el llanto, la desesperación, no esperaba que fuese clara respecto a lo que impulsaba a cada uno a cultivar tal deseo de rebelión. Porque si "Los Juegos del Hambre" era una babosada llena de seres mundanos que se conforman con no ver morir a los que quieren, "Los Juegos del Hambre: En Llamas" cultiva el inconformismo y la insatisfacción de una forma certera. Aquí hay de dónde comprender al personaje, de dónde profudizar brevemente, lo cual me lleva a otro punto destacable: Las actuaciones. Woody Harrelson, Jennifer Lawrence y Stanley Tucci, en ese orden, lograron las mejores interpretaciones en la cinta. Jenn sorprende con su, aún en proceso, camino a la madurez actoral; Woody es Woody, y no podría interpretar mal un papel que le queda tan bien (recordemos la pasada premier de "Free Birds", ta-chan); Stan logra mi simpatía por tan creíble carisma, además, ¿quién no sonrió al verle tan hipócritamente entusiasta aún ante el borde del abismo?

En "En llamas" Panem resulta más oscuro y verosímil que en su predecesora, enmarcando escenas de acción bastante mejor logradas (tomando en cuenta el corte más suave de la segunda entrega de la trilogía en comparación a la primera), una historia en general más interesante, que (y en esto aplaudo a Francis Lawrence) no adolece de pesadez, mantiene un buen ritmo a lo largo de sus dos horas y media, y es entendible (en su medida, ya dije que es algo confusa) para el no conocedor de los libros.

Aquellos que llevamos más de dos años esperando a por esta adaptación agradecemos lo bien hecha que está, y que no sea un somnífero fulminante de casi tres horas de duración. La banda sonora pudo estar mejor.

Calificación: Un 8 cerrado. Por tanto tiempo de espera, tanto amor a la historia, y la satisfacción de no ser Crepúsculo, Hermosas Criaturas o Percy Jackson.

domingo, septiembre 29, 2013

Nihilismo o estupidez

Las cosas siguen pareciendo normales a pesar de la fatalidad implícita en todo. Cada año, esperando que algo cambie en ese mundo diario que es tan igual siempre, no existe providencia humana ni divina, ni siquiera un azar belicoso que haga que las cosas sean como son. Todo es simplemente porque así se nos presenta, y podemos actuar en cada situación dependiendo de nuestras capacidades.

Creo que no hay nada que provenga de nada, realmente no me importa que sucede en el futuro, qué sucedió en el pasado, ¿qué cadena une a los aconteceres diarios que los hace formar parte de un todo? No formamos parte de un todo. Las cosas serán siempre lo que logremos que sean, no hay un verdadero sentido en lo que obtenemos de las situaciones diarias. ¿Tiene sentido? ninguno.


A nuestras situaciones las une el superfluo hecho de que nos acaecen a nosotros pero, en la vastedad del horizante de posibilidades de la existencia, ¿qué nos hace pensar que somos nosotros quienes importamos? Porque cualquier suceso que nos haya ocurrido pudo haberle ocurrido a cualquier otro, por cualquier motivo. Si nos ocurre a nosotros, ni siquiera el azar importa en este caso. El azar es ese flujo de cosas que pasan sin motivo ni detonante: cosas que no podemos controlar, ¿por qué habrían de importarnos? Yo ignoro al azar tanto como a cualquier otro influjo que tengan los acontecimientos en el futuro de todo lo que encuentro a mi alrededor.

Asumo que las cosas estarán allí por alguna razón sin importancia, y si no lo están, será por algo. Algo, por supuesto, que está fuera de mi control. Las leyes, las normas, la moral. El hombre siempre ha anhelado el poder de controlar las cosas, lo cual me parece un absurdo tremendo. ¿Y si la humanidad llegase a un punto en que pudiera controlarlo todo: las leyes físicas, las normas sociales, la "conciencia" de todos los seres que pueblan este planeta insignificante? ¿Entonces qué? Yo digo que entonces se daría cuenta del tremendo absurdo que es. Estar en el pináculo de la existencia (que no de la "creación" -con muchas comillas-) sólo debe servir para aburrirse, para advertir el sentido del que carece nuestra vida, y la de cualquier otro ser que habite este confín cerrado que llamamos 'universo'. Nada tiene un sentido practico, ni lógico, ni moral, eso es lo que pienso; las personas se las han arreglado durante siglos para escapar de esa sinrazón de la existencia. Vivir sin un propósito, ellos lo sabían, es tremendamente vacío. La vida, la existencia, es tremendamente vacía.


Muchos dicen que todavía se pueden intentar hacer cosas, distracciones vanas para una vida que está destinada a no perdurar dentro de la vastedad del cosmos. "El infinito", ese sentirse parte de algo, sentirse parte de su propio proyecto de construcción. Las personas suelen intentar construir cosas, familias, hazañas, historias, edificaciones para la posteridad. Cosas que podrían resultar exterminadas en milésimas de segundo con el hálito pesadumbroso de una explosión. Y también cosas que quedarán en el paso de los eones. Sin sentido todas ellas, sin una finalidad.

Nada, por muy longevo que sea, perdurará. Y yo parezco muy fatalista porque muchos desean pensar que valdrán algo para alguien cuando ya no estén aquí. Yo dudo que el último hombre sobre la tierra se acuerde de Da Vinci. Yo dudo que el último ser en el universo recuerde nuestra herrática especie, nuestro modesto planeta, eso que quisimos edificar para que fuese algo entre la nada. Pero intentamos cosas aunque nadie vaya a recordarlas jamás. Con eso somos muy ególatras, muy optimistas, demasiado esperanzados. Ocupamos nuestro propio espacio, que será nada cuando ya no estemos para identificarlo como propio. Ocupamos nuestro tiempo en cosas, hacer algo nos permite creer que lograremos algo realmente. Hacemos cosas, intentamos hacer otras, vivimos en el devenir de las situaciones, creemos tener el control sobre algo. Creemos ser alguien. Finalmente, y con todo, opino que el único modo de perdurar en un organismo infinito que se come con el tiempo así mismo, es destruirlo.

lunes, septiembre 23, 2013

Un suceso

Un día pasé frente a la sucia esquina de una taberna en la avenida Quackenbos, lugar por el que no había pasado antes y el cual me atrajo de un modo raro.

Algún tipo de angustia interna me había sacado de mi casa y, ya en la calle, estuve vagando torpemente por las pocas calles que conocía; recorriendo el asfalto, el césped, los baldosines, hasta que sentía que me estaba desviando de mi camino y volvía a retomar una senda conocida. Me sorprendía en varias ocasiones tratando de recalcar el camino que debía seguir, me sorprendía porque yo nada conocía de aquella ciudad, y la excitación pasmosa de la exigencia me resultaba extraña. Así me descubrí en no pocas ocasiones, escudriñando el motivo de mi caminata mientras me decía internamente que faltaba poco para llegar.

Al cabo terminé en la avenida previamente mencionada, todavía con la sensación de no haber llegado a mi destino, poniendo esa sonrisa falsa y esa mirada llana que me causaban las mujeres mientras me acercaba a la esquina sucia de la taberna.

Me había llamado la atención su porte singular. Una mujer vestida así frente a un sitio como ese, no dudaba que fuera una puta, pero no lo parecía. O, convengamos, tal vez era una puta elegante, de esas que nunca podemos permitirnos pagar los miserables sin suerte como yo.

Quizá aquel día me sentía con suerte, no lo recuerdo. A veces, simplemente deseamos intentar hacer cosas aunque sabemos que nos van a salir mal, a veces somos medio masocas.

—¿Cuánto cobras? —Había llegado a su lado, puesto un pie en el bordillo de la acera y mi mirada vagó alrededor.

Luego el mundo fue un borrón fugaz de esa horrible sensación de ser humillado públicamente. Así terminé con un puntapié en la pantorrilla y gas pimienta haciendome perder la noción de varias cosas. Deseé largarme de inmediato, pero estaba en el suelo y veía tres manchas grandes a mi alrededor.

Eran tres tipos, lo supe por la posterior patada que recibí de lo que reconocí como una zapatilla deportiva. No sé, mi visión era limitada, la muy puta me había vaciado el gas pimienta en la cara. Recapitulando, creo que se molestó conmigo, y el hecho de que tenga tres guardaespaldas y esté en un sitio como éste me hacia plantearme varias preguntas. En primer lugar: ¿Por qué estaba yo allí precisamente en aquel momento y dije aquellas palabras?
Puedo ser tonto a veces. No fue sino hasta que me sentí arrastrado hacia una camioneta cuando reccioné. La superficie era rugosa, tras lo cual deduje que no estaba amoblada. Además, el olor punzante a marihuana me estaba mareando, y para mi era obvio que estaba en un problema gordo.

¿Han visto esa sensación de no estar entendiendo una situación y que de repente suceda algo inexplicable? Pues no sé cómo terminé en un depósito extraño y en medio de la más desconcertante oscuridad. Lo primero que sentí fue ese vacío y subidón de adrenalina cuando te arrojan hacia un lugar desconocido. Luego supe que mi cuerpo aún funcionaba a la perfección, cuando me golpeé contra el suelo y noté mi sangre correr formando un charco a mi alrededor. No lograba incorporarme, así estaba cuando entró alguien.

Oí el ruido de los tacones y luché por ver su rostro en la oscuridad—¿Qué me van a hacer?

—Hola. Mi nombre es Jeane. —Su tono era suave, rápido, algo burlesco.

—¿Qué me van a hacer? —Repetí.

—Tal vez nada. ¿Cuál es tu nombre? —Su mano tomó la mía mientras yo yacía en el suelo. Me encogí inmediatamente, observando con avidez en busca de algún destello de luz, alguna marca, alguna chispa de reconocimiento.

—Paulo. —Tragué saliva, apartando mi mano de la suya.

—¿Apellidos? ¿Tienes familia, Paulo? —Interrogó.

—Supongo que no tiene mucha experiencia en interrogatorios, señorita. Suponer que le respondería algo de eso... —Me burlé, sobrecogido y medio trastornado.

—Ah, pero usted sí que la tiene. ¿Cuánto cobra, Paulo? —Un presentimiento oscuro me invadió. Me sabía acosado por su mirada, escudriñado por toda ella. Palpé la sangre abundante en el suelo y traté de pensar.

—Era una pregunta lógica, ¿No lo cree? —Intenté sonar simpático. Mis extremidades temblaban, me había golpeado demasiado fuerte, mi oído y todo mi costado izquierdo dolían.

—Juzgar a las personas por los sitios que frecuentan suena lógico. Pero para actuar se debe tener mesura.

—¿Y? Ustedes, los que me trajeron aquí, no la han tenido. ¿Juzgué bien, no es así?

—Ojo por ojo, Paulo, el mundo es así. Ya que estuvo esperando problemas, había que dárselos.

—Gandhi habría dicho "y todo el mundo quedará ciego".

—Tal vez nos guste la ceguera, dejaríamos de ver con tan malos ojos. Además, Gandhi no iba a una taberna de mala muerte esperando encontrarse a una prostituta en la esquina, y sacar ojos es como una forma de arte.

—Todo esto es muy surrealista, ¿sabe? —Mi dedo formaba círculos con la sangre, que empezaba a espesarse. —Yo no quería ir allí, en primer lugar. Aparte, si no me esperara que un tipo que sale corriendo de una tienda fuera un ladrón, ¿qué sentido tendría correr para alcanzarlo?

—Podría no correr, simplemente. No es usted muy correcto, Paulo, no me está cayendo bien.

—Aún creo que es una maldita prostituta, no me importa si le caigo bien. Estoy intentando comprender qué hago aquí.

—¿Qué cree que hace aquí?

—Aguardar mi muerte.

La luz se encendió, las paredes se iluminaron y la luz mostró una habitación hecha de ladrillos, sin techo. El piso era de cemento y no había nada alrededor, sólo la mujer de tacones rojos y un gabán de piel que la cubría desde el muslo hasta los hombros, sosteniendo un arma.

—No debe suponerle una sorpresa, pero acertó. —Y no reconocí más que el destello de saberse perdido irremediablemente.

lunes, septiembre 16, 2013

Reseña: El perfume

Título original: Das Parfum, 1985.

Autor: Patrick Süskind.

Sinopsis: Jean-Baptiste Grenouille ha nacido, siguiendo las ironías de la vida, en el lugar más pestilente de Francia. Rodeado de olores, y siendo un ser sin olor; rechazado por carecer de esa marca característica que identifica nuestra humanidad. Poseedor de un don excepcional, su sentido del olfato no tiene comparación, y su genio como perfumista es inigualable. Así, en la cima de su oficio, su obsesión por un olor particular puede llevarle a extremos inusitados.



Este es un libro que ha leído todo el mundo, ¿no me creen? echan un vistazo a cualquier foro literario. Así pues, cuando lo encontré de casualidad por mi casa se me dijo "es un bestseller, y no es malo, es lo siguiente". Debido a esto, lo leí sin mucha expectativa, y me sorprendió agradablemente.

Grenouille es un genio incomprendido, como tantos que transitan en el vasto universo de la literatura. A él le diferencia de los demás el don con el que ha nacido, y su extraña condición de no poder emitir olor alguno.

Aquí tenemos su conflicto, desarrollado a través de toda la obra y el fondo de la misma. Es numen en su arte, y un monstruo en su defecto.

Arte rara por demás, y convertida en una obsesión para Grenouille, quien a base de insistencia y sagacidad llega a convertirse en un maestro en aquello concerniente al mundo de los olores.

Defecto diferenciador y determinante, que se vuelve una barrera entre él y la humanidad.

Como no podría ser de otro modo, poseer aquel tipo de don extraño le condiciona a analizar el mundo desde una escueta perspectiva muy personal. Los seres aislados tienden a desarrollar cierto tipo de superioridad que pretende justificar su falta de empatía con el mundo, a él le sucede algo parecido.

Grenouille reflexiona demasiado. Tal vez tratando de esclarecer cuál es la determinante que le diferencia del resto. Su falta de olor y su reinado sobre los olores eran elementos interrelacionados de un mismo ser que buscaba identificarse a si mismo.

Dije "reflexiona demasiado". Es decir, sino te identificas no te identificas, y entonces la novela puede parecerte intragable. No es, como otras obras de contexto parecido, un libro con varias perspectivas. Eres Grenouille, y nadie más. Ningún otro personaje tiene la fuerza suficiente como para ser llamado "personaje"; con lo cual se pierde interacción, con lo cual el autor tal vez quiso meternos dentro del mundo interno de Jean-Baptiste, pero limitó la obra.

Discuto este aspecto, el principal y más fastidioso defecto del libro, pues te obliga a establecer una identificación con el protagonista aunque no quieras. No es libre, no circula, no es una obra que puedas ahondar; todo está allí, ninguna reflexión puede sacarse de las de Grenouille, a menos que seas Grenouille.

Por otro lado, es bastante interesante, un personaje muy completo, un personaje que quieres conocer. El final del libro es muy personal, muy de Grenouille, quizá culminando ese proceso durante el cual le conocemos. Pero tal vez lo que más agrada de la obra son las descripciones exquisitas de Patrick Suskind. Buen narrador, logra propalar de un modo profundo las percepciones de su personaje.

Al final el perfume pasa a segundo plano por el protagonista. El olor, y esa atmósfera brillante de genialidad y bajeza que había logrado el autor, se diluye creando una novela más. Y es una pena.

Opinión: Estaba prevenida a no encontrar una buena novela, y eso creo que me ahorró una decepción. Está demasiado ensimismada, un libro muy replegado en sí mismo. Es bueno, aquello que tiene es bueno, pero le faltó mucho más. Si, es fascinante el modo en que se recrea un mundo desde una característica tan primordial y anodina como su olor; si, es punzante e insistente en la reflexión que lleva a cabo. Pero no me basta. No me malentiendan: He leído algunas novelas que transcurren desde la perspectiva de un único personaje, pero esto de, además, añadirle una propensión ególatra a que todo recaiga en sí mismo no me cautiva para nada. En general es buena, me gustó, es atrapante, bien narrada, bien estructurada, no puedo decir que es mala pese a sus defectos. Y agradezco el ambiente clásico, tan echado en falta y tan preciado.

Calificación: 6.5.

sábado, agosto 31, 2013

Reseña: Fahrenheit 451






Titulo Original: Fahrenheit 451

Autor: Ray Bradbury

Critica: En una sociedad como la actual, donde ver a un joven con un libro en la mano es una rareza y más si es de las sociedades de tercer mundo como la mía. Y es aún más raro ver a un joven que se interesa por las obras clásicas, ya que hoy en día la mayoría de entretenimiento para jóvenes está lleno de argumentos sin alma, personajes sin carisma etc. Pero no hablare sobre mi disgusto con el entretenimiento actual , para no entrar en controversia. Me limitare a hablar de Fahrenheit 451 una obra majestuosa.

Comencé con esa pequeña introducción ya que el señor Ray Bradbury  de manera magistral nos da una crítica social muy interesante que se asemeja un poco a la que hice al principio de esta reseña. Ray Bradbury nos presenta un mundo del cual no estamos muy alejados, un mundo donde prevalece el estilo sobre la sustancia, donde todo es frió y sin ningún rastro de trasfondo, un mundo donde todo es superficial, desde la forma de vivir, hasta la forma de ver las cosas.
Ray Bradbury a través de sus personajes nos ayuda a entender en que nos afectaría, no solo personalmente sino también socialmente un mundo así.

Los personajes están muy bien descritos y podemos ver claramente cómo afectan los conflictos sociales en cada uno de ellos y de qué forma afectan a la toma de decisiones durante la obra. El protagonista va creciendo a medida que crece la obra, buscando siempre ese sentido que le falta a su vida.

Sobre su narrativa, el libro está muy bien escrito si bien no es una narrativa increíble Bradbury se esfuerza por darnos una historia sencilla pero con un trasfondo muy relevante. Su prosa no es muy rica, pero no me parece un punto relevante ya que como dije antes el autor lo único que quería era regalarnos una historia simple que nos invita a reflexionar.

Opinión: Fahrenheit 451 es una obra imprescindible para los amantes de la ciencia ficción y los mundos distópicos , una obra sencilla pero de una calidad increíble. Una trama muy bien desarrollada con un mensaje claro, directo y conciso. Una obra que nos invita a la reflexión de nuestra sociedad. Un homenaje a aquellos que nos apasionan esos maravillosos objetos llamados libros.

Calificación: 9.0 Es uno de esos libros que todo el mundo debería leer.

Reseña: El extranjero



Título original: L’Étranger, 1942.

Autor: Albert Camus.

Crítica: En un principio, creí que leer 'El extranjero' sería ligero y fácil. Y fue ligero y fácil, bonita característica de las obras disfrutables. Y no digo 'fácil' queriendo decir 'poco complejo', sino diciendo 'placenteramente sencillo'.

Camus y su forma de desmembrar las frases hasta sólo dejar lo esencial de las mismas constituye uno de los varios escritores capaces de ser concretos, veraces y, sin embargo, descriptivos. Y no descriptivos precisamente porque describan, sino porque transmiten su finalidad. Qué mejor libro que este para apreciar ese sagaz modo de hacer que todo suene como debería, con quince palabras menos. Tal vez esté siendo simplista al considerar esta fasceta de Albert Camus como una de las más destacables respecto a su modo de narrar, pero 'El extranjero' logra transmitir el contexto y el sentimiento, y eso tal vez se deba a esta característica de su autor.

El conjunto de reflexiones implícitas de un libro que logra ahondar en su función casi didáctica de señalar una corriente del pensamiento resulta de algún modo en la generación de una conciencia ulterior que quizá permite entrever el cumplimiento de la intención mayor de la obra. Es una novela escrita por un intelectual, y como tal no sólo está cargada de esos signos identificables de la corriente filosófica a la que perteneció éste, sino que además busca optimizarla dentro de la cotidianidad. Sirve de referencia y de ejemplo.

Es quizá el libro existencialista por excelencia. Por los diálogos internos de Meursault, por la complejidad de los sencillos argumentos que plantea, por esa manía casi irremediable de preguntarse a sí mismo, a menudo sin preguntarse realmente.

Personalmente, considero el inicio y el final de la obra lo mejor de la misma. Y es que, una vez se pone en marcha esa relación causa-efecto, situaciones que pueden parecer absurdas se desarrollan a lo largo de la obra y complementan ese sentido de unidad respecto a las ideas que engloba, o que pretende englobar, dentro de sí. Es en este sentido en que me siento impedida en descomponer esta obra en sus partes más esenciales, siendo que ésta es en sí misma la esencia de lo que engloba. Camus no dice más ni dice menos, dice lo justo. Y eso, lejos de restarle complejidad al libro, le añade claridad. No es menos amplio por cuanto menos descriptivo.

Me gusta tomarlo del siguiente modo, y creo que en efecto fue así como lo quiso el francés: Meursault era un hombre como todos los comunes y corrientes que conocemos. Esa simple característica explica porqué tiene sentido hacer una obra así. Las preguntas que se hace son importantes. Es el fondo y no la forma lo que impera realmente.

Ciertos escritos pueden ser considerados más académicos que literarios. La seriedad es a menudo mayor que el sentido artístico. Albert Camus fue un gran intelectual, pero también un gran escritor, y por eso logra un equilibrio en ambas partes. El extranjero se halla en un punto justo entre la obra literaria y el escrito académico. Un ejemplo del primero puede ser 'La peste', y del segundo 'El mito de sísifo'. Y, para mí, 'El extranjero' se diferencia claramente de estos dos, del primero en el fondo y del segundo en la forma.

Opinión: ¿Qué puede decir alguien que odia el calor sobre un libro de atmósfera sofocante? Por cuestión de gustos, me molestaba al principio la trama del libro, asunto que fue superado casi al instante, si bien puedo no estar cómoda con un libro según su ambientación, ese no fue el caso. Pese a cierta no-simpatía intrínseca entre la obra y yo, me parece un libro maravilloso, creo que una de las primeras obras importantes de la literatura que leí. Se merece un puesto de honor en mi estantería imaginaria de libros que amaré aunque los lea mil veces porque, aunque pueda parecer que Camus palidece ante otros grandes escritores-filósofos, y a pesar de que mi poco agrado con este autor sea manifiesto; es, creo, el libro del que más he disfrutado.

Calificación: 9.5. Es una obra que no querrías morir sin haberla leído.

viernes, agosto 30, 2013

City of Bones: Mi opinión




City of Bones ha sido un tema que ha dado mucho de qué hablar últimamente. La película ha traído mucha atención sobre el libro y sobre la saga en general. Ahora bien, hay muchas cosas en las que nunca concordaré con nadie, principalmente porque mi época de fangirl pasó ya hace mucho.

El estreno de la cinta en mi país es el día de hoy. Sin embargo, debo decir un par de cosas. Primero, la vi antes del día de su estreno porque para mí no merecía la pena. Es decir, me parecía que el director, el cast y los muchísimos avances, eran datos demasiado ambiguos para 'tomar el riesgo' de gastar dinero que-no-tengo en ir a verla. Si bien, también debo afirmar concisamente que soy nefilim, le tengo un gran cariño a Cazadores de Sombras y el mérito de una saga no se envanece por la calidad de sus películas.

Cuando Hollywood escasea en ideas hay muchas víctimas, y los libros suelen ser de las primeras bazas en ser jugadas por productores y estudios cinematográficos con personal de dudoso talento. No obstante, esto que he dicho para mí no es lo que sucede actualmente. Hollywood no escasea en ideas (o puede que si, pero no viene al cuento), Hollywood está hambriento de ganar más con el mínimo esfuerzo; la gran cantidad de películas insulsas y palomiteras que pueblan los cines últimamente refuerzan esta idea.

No pudo haber un peor momento para que 'de repente' y 'de la nada' a algunos estudios se les diera por adaptar bestsellers juveniles. El afán de lucro siempre está implícito en las películas del cine convencional, pero en esta ocasión la intención de los estudios cinematográficos no podría ser más ruin y repugnante. Me da asco, sinceramente, mucho asco, que tomen al público por idiota (aunque, en muchos aspectos, pueden llegar a serlo), y volcar a un puñado de cientos de miles de fans de una saga al cine a ver un producto de calidad inferior es un engaño reprochable.

Ahora bien, si hasta el momento no he hablado en este post de la película de CoB es porque no pienso hacerlo. Que no me gustó, eso está clarísimo, pero mi opinión se extiende mucho más allá en lo que respecta a este asunto. No es que la película me pueda llegar a gustar o no, a muchas personas les gustó y yo respeto eso, pero el trasfondo del asunto es más complejo que un simple "oh, me encanta el actor que hace de fulanito de tal personaje" o un "mira lo que le han hecho al libro". Quiero decir, al margen de que esté bien adaptado o no está la sucia maraña de marketing que le quita la esencia a todo. No es un "Las películas de La Huésped, Hermosas Criaturas y Ciudad de Hueso están mal adaptadas", es un observar lo que ratas de podredumbre pretenden hacer con los fans. ¿Que si se están aprovechando? Para mí es claro que si. Y nadie puede parar esto. Los adolescentes seguirán yendo a ver las adaptaciones de sus libros favoritos. Todo esto hasta que deje de ser un negocio rentable (Y, no sé, pero los fracasos en taquilla deberían ser muestra de que no lo es).

Una película no es una entretejida maraña de elementos que se conjugan mágicamente para pretender vender, es un todo que se profundiza en sus detalles, una obra de arte que merece especial cuidado. Esto no lo vamos a encontrar en la inmensa mayoría de las cintas, porque todas quieren ser taquillazos sin importar la fórmula. Puedes tomar a esos actores que te parecen todo lo guapos que quieran, puedes tener un presupuesto elevadísimo, un director de éxito en taquilla y una historia que ha vendido millones en todo el mundo. Eso no te garantiza nada.

Si van a ver City of Bones, claramente, es bajo su propio riesgo. Cuando alguien no nota que un producto está siendo prostituido para llegar a ser atractivo y digerible, está siendo todo lo ciego que puede ser. La película te puede parecer buena, pero la intención tras la misma es lamentable. Pasado el fangirleo por ver una versión soft de aquello que leíste, nada es tan rosa como parece. Personalmente, no quiero más adaptaciones de libros, y ustedes...¿para qué las quieren?, ¿De verdad quieren la masacre en la que se va a convertir esto? Pues bien, yo no quiero cadáveres cinematográficos. Porque, definitivamente, una película insulsa que se hace para vender y que no puede ni siquiera funcionar en taquilla es eso, un cadáver cinematográfico.

Una película con mucho cuerpo pero sin alma. Eso fue The Host, eso fue Hermosas Criaturas, y eso es City of Bones. No quiero alargar la lista, pero estoy segura de que hay varias más y ustedes las recuerdan. Lamento lo que hicieron con CoB, y ruego porque a Ender's Game no le hagan lo mismo, aunque lo veo poco probable.

lunes, agosto 12, 2013

La literalidad: Netochka Nezvanova

Este libro es una profunda fascinación que tengo por un grande. Dostoievski forma parte de ese reducido numero de autores de los que puedo afirmar sin vacilación que son mis favoritos. Y mi primer amor ruso fue esta obra.
Mi gusto por aquellos libros que no son tan renombrados en autores cuyas obras principales han sido tan aclamadas es palpable. Están Faulkner y ¡Absalón, Absalón!, Bukowski con su Pulp y Kafka y El Castillo. No puedo explicarme porqué, pero a veces logro identificarme más con obras, no más pequeñas, pero por lo menos sí más modestas en cuanto a ambición y envergadura de las mismas. Tal vez por eso aún persisto en mi dura batalla contra La Peste o El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, que son libros a los que venceré algún día pero que me resultan difíciles, demasiado totalizadores de un sentimiento, quizá.

Así pues, Netochka Nezvanova es ligero, ágil, hermoso, vivaz incluso. Y esas obras sencillas pero sustanciales he tratado de no pasarlas por alto, porque siempre me encuentro con alguna sorpresa. Hay libros a los que no puedes rechazar bajo los argumentos de otros, porque son personales y precisos. Y con Netochka Nezvanova hubo una chispa de reconocimiento entre un conjunto de situaciones del libro y cierta concepción premeditada que tenía yo de la sociedad en ese entonces. Y el padrastro fracasado y tiránico sirve para expresar muy bien esa concepción. En esa época, yo tendría a lo sumo 11 años, pensaba mucho en cómo estaba organizado el mundo, y la injusticia de la obra llegaba a conmoverme de un modo extraño.

Yo no era la persona indiferente que soy ahora, claro, y el libro dejaba un par de preguntas tintineantes en mi cerebro. Y para una persona de esa edad esas preguntas adquieren cierta importancia. Yo no solía leer literatura, y en realidad nunca me ha interesado la literatura más que para hacerme preguntas acerca de ella. Y el librito me enganchó, de alguna manera, al pensamiento. Claro, yo solía pensar, pero aquel era ahora un pensamiento algo más elaborado. El prólogo de un mal libro de Sigmund Freud, 'El malestar en la cultura', y esta obrita de Dostoievski a la que le he cogido tanta admiración me daban algo en qué ocupar la mente.

Y así es como nace un vicio, el de volver constantemente sobre las palabras, sobre los hechos, sobre los pensamientos, el de revisar con insistencia pasmosa todo aquello que te rodea, el de tener una justificación para no dormir, aunque mi insomnio fuese injustificable, porque siempre había algo en el fondo de todo que actuaba como motivo para revisar la metódica agenda de la locura imperante. Y si a menudo todo discurre por las fuentes ineluctables de una reflexión que persiste, tal vez se deba a ese libro, también. Por eso me rehúso a dar crédito a lo que se dice sobre un libro, porque podría ser otro Netochka Nezvanova, otro que no me planteaba leer, otro que parecía no prometer nada y que, en el curioso orden de las cosas, no necesitaba prometer para cumplir.

sábado, agosto 10, 2013

Reseña: Pulp

Titulo original: Pulp.

Autor: Charles Bukowski.

Sinopsis: Estamos a medio camino entre el viejo y yerto Hollywood de antaño y las sonoras huellas de un nuevo vivir que imponen sus reglas en todo Los Ángeles. Nick Belane representa todo aquello que ha sido reemplazado de la otrora vida musical y culturosa de la fulgurante ciudad. Un detective que ha pasado su vida sin penas y sin glorias, y que, ya cincuentón, debe lidiar con una maraña de casos irresolubles.

Narrados desde su voluble perspectiva de la vida, estos misterios le llevarán a probar su aptitud detectivesca más allá de cualquier explicación lógica.

Crítica: Me veo en la obligación de confesar que no podría, ni por asomo, tratándose de un libro como éste, ofrecer una crítica justa e imparcial: El libro me parece bueno por todos sus bordes, su fondo y cualquiera de las aristas que quiera verle. Sin embargo, trataré (y el esfuerzo que tendré que hacer es casi injusto, tal es el buen concepto que tengo de esta obra).

Empiezo por decir que estoy en total conocimiento de que muchos no consideran el libro en cuestión como la obra máxima de su autor, y podría afirmar que no está entre las tres primeras. Pero, desde mi perspectiva, encapsula muy bien lo que Bukowski es. Simplificando muchísimo, un día oí a algún avispado lector de éste escritor diciendo que su modo de escribir podía resumirse en tres cosas: Guarradas, el argumento tras las guarradas y la profunda carga poética. No puedo, ni mucho menos, estar de acuerdo con este tipo de simplificaciones, pero el asunto me pareció cómico.

Así, del episodio anterior, y de otros de su naturaleza, percibo que hay cierta cantidad de personas que tasan sus obras en virtud de cuál de ellas fue más o menos representativa de la narrativa propia de Bukowski, y ésto me parece cuando menos injusto, pues el hombre ha tenido "joyitas" que, por no corresponder aquello que normalmente es apreciado de él, han pasado un tanto desapercibidas. Respecto a ésto, yo no creo que Pulp sea una "joyita" ni que haya pasado desapercibida. Al ser la última obra de un hombre en camino a desaparecer llevado por sus excesos, Pulp fue asumida de un modo que, en mi opinión, fue incorrecto. Fue tomada como una obra escrita con los últimos residuos de la no tan copiosa tinta de su autor, que era magnífica porque la prosa de este hombre aquí se muestra en su punto máximo, pero cuyo argumento no alcanzaba a cerrar con acierto una vida tan llena de elementos oscuros. Y es que Bukowski en ella deja de lado gran parte del contenido autobiográfico de sus obras. Pero no voy a hablar de Pulp defendiendo aquellos puntos que no le fueron debidamente apreciados. Voy a hablar de Pulp anteponiendo aquello que me hace considerarlo un libro magníficamente pensado y narrado.

Sólo Bukowski podría haber narrado un argumento tan apabullantemente fuera de sentido sin producir un esperpento intragable. La magia, el atractivo, lo que me hace amarlo, son las múltiples referencias culturales que pude notar, y la forma en que lo escribió. Y sé que yo a menudo digo eso de los libros que me gustan, y eso ocurre porque, sin duda, una historia debe estar bien narrada para considerarla buena. Ahora bien, ¿Por qué está bien narrado? Porque Nick Belane es un tipo particularmente interesante, que puede hacer que te importe qué opina acerca de la situación de la selección de críquet de, digamos, Zanzíbar.

El libro está enteramente narrado por Belane, un hombre a quien, a primera vista, no respetaría ni su virginal madre. Gordo, viejo, arruinado, no suena como alguien a quien le encargarías investigar nada. Pero, por alguna razón, está siendo solicitado como detective. Sólo le queda resolver los casos. Un francés que se burla de la muerte, una cachondísima y cuestionable dama, un hombre en apariencia loco que pide ser librado de una interesante mujer, y el gorrión rojo. Siempre el gorrión rojo (Un guiño algo ambigüo: ¿El halcón maltés? ¿Black Sparrow?)

Quien quiera ver en Pulp un libro detectivesco estará profundamente decepcionado (Y, además, confundido por cuanto a creer que encontraría un libro así entre las obras de este autor). El libro es de ese tipo de libros que solemos llamar 'raros'. Raro porque a pesar de no ser autobiográfico, no como otras de sus obras al menos, las preocupaciones del protagonista son las de un viejo y medio acabado Bukowski, y eso sirve como modo de ahondar la trama del libro, "buscando las señales de un posible reconocimiento con el autor". Raro porque pretende ser metafórico, crítico y paródico a un tiempo sin definir claramente su intención. Y lo metafórico resalta especialmente en las páginas finales, en la señora muerte, en lo que representa la angustia de Belane por el hecho de sentirse inútil y sin sentido.

El libro es ese descubrirse viejo y medio arruinado, porque la vida te ha pasado por encima y no has hecho nada con ella. Porque todo lo que has emprendido ha terminado mal, porque todo lo que eres se está yendo paulatinamente. Eres el viejo Hollywood, Nick Belane.

La obra se me antoja magnífica también en el carácter de sus personajes. La intención de los mismos es determinada en el momento en que salen de la vida del protagonista. Sabes porqué fueron como fueron, y porqué eso fue malditamente bueno o jodidamente malo para Nick. Como lector, estás sumergido en ese diálogo incesante del detective, consigo mismo o con los demás, tratando de averiguar de qué se trata todo. Y con "todo" me refiero a todo. El libro no es muy filosófico pero tiene sus momentos.

En otros libros acerca de detectives que he leído (sean de novela policíaca o no), el detective es "el tipo". El tipo existencialista, el tipo reservado, el tipo imbécil e insensible. El tipo, al fin y al cabo. Belane es una figura de aquella situación que se busca dimensionar. Y eso es otro elemento que refuerza el sentido de parodia hacia la novela detectivesca, y la intención de Bukowski de no hacerlo "serio". Lo podrido que está todo, lo mucho que importa o no importa el cambio, una ciudad surgiendo sobre otra aún en pie. Él simboliza muchas cosas que durante mucho tiempo no importaron pero ahora sí. Como un cuadro relegado durante años al fondo de la galería que ha sido robado. Puede conservarse, pero tarde o temprano perecerá como perecen las cosas que ya no le importan a nadie.

Bukowski retrató la vejez de una manera única. Nada más que argumentar.

Opinión: Teniendo en cuenta que mi crítica tiene más de opinión que de crítica, me queda poco que decir. Lo primero que pienso es "en los colegios deberían poner a leer a Bukowski", y con sólo leer la primera página de Pulp te das cuenta de porqué nunca sucederá. No en mi país de procuradores y miembros del senado que más parecen monjas arenosas que funcionarios públicos. Pero sería genial, claro está. Bukowski es, a partir de este libro, parte de mi élite literaria pseudo intocable. Cuando le encuentre algún libro rematadamente malo consideraré lo contrario. De más está decir que Pulp me encantó hasta decir basta y no tengo calificativos para expresar lo bien narrado que está. Me pongo en pie y ovaciono a su autor, sin exageraciones.

Calificación: 9.6. Y eso es decir mucho de mi parcialidad. Leerlo es un compromiso con el realismo sucio, con la buena escritura, y con la literatura en general.
Exagero, el libro es notable, pero en realidad creo que si no has leído nada de Bukowski este no es un libro para empezar.

domingo, agosto 04, 2013

Kant

No sabemos absolutamente nada, lo advertí ese día como por conspiración cósmica. Había estado llorando sin consuelo, y él, como siempre estaba a mi lado, sin advertir nada, ni dar señal alguna de entendimiento.
Por mi naturaleza frágil y enfermiza había sido obligado a estar casi siempre en casa. "En tiempos de guerra nadie podía salir ni siquiera a recoger la correspondencia" repetía Ana cada vez que yo hacía la fastidiosa pregunta. Mis familiares habían llegado un extremo en que no le tenían permitido hablarme.
Sentado observando la sofocante habitación extrañaba cosas que jamás había tenido, y aferrarme a ellas era uno de mis pocos pasatiempos en aquellos días, además de él, por supuesto.
Mi hermano, Dave, siempre había tenido más libertades que yo y, ¡maldita sea!, eso me exasperaba intensamente. Yo parecía una bestia de cuidado encerrada en la polvorienta habitación del tercer piso. Odiaba esa estúpida habitación de papel tapiz carmesí y muebles color miel, el estante de libros antiquísimo cuyo olor me llenaba los pulmones de las putrefactas condecoraciones militares, de veinte generaciones atrás, que se hallaban en él. Las aborrecía profundamente y había intentado que las botaran en numeras ocasiones, como si no supiera que era inútil. Inútil porque les recordaban a la guerra, lo único que les quedaba de su, muy venido a menos, orgullo familiar.
Haciendo memoria, creo que no recuerdo cuando llegó Kant a casa, debió ser un día lúgubre, como él mismo.
Kant era un pequeño conejo blanco con leves manchas en su pelaje que Lorenzo, un visitante que había llegado a hospedarse unos días en nuestra casa, había traído consigo desde Italia.
Y a decir verdad Lorenzo nunca se fue, y Kant tampoco. Aunque murió a los pocos meses por no se cuál ataque esquizofrénico de cierta persona, el maldito conejo siguió en casa como una tenebrosa deformación en el alma de aquel que osó matarlo. De hecho, podría afirmar que, efecto raro para tratarse de una despreciable bestia, desde que había muerto todo en la casa estaba o parecía estar muerto. Y he de aclarar que antes del accidente no había visto ni oído hablar del animal, pero luego de su muerte se presentaba ante mí tan claramente que en verdad creía que se trataba de una imagen real, así que pregunté y me enteré gracias a Anna de lo anteriormente contado.
Pero Kant estaba más que olvidado y yo cada vez más confinado en mi habitación por orden patriarcal. Mas el encierro no era ya tortuoso como antes, pues Kant sabía proporcionarme un más que aceptable pasatiempo.
Una tarde, de aquellas largas al lado del torpe conejo, se cayó uno de los libros de estante e hizo un escándalo tal para Kant que el occiso salió corriendo, y yo, naturalmente, lo seguí con obstinación a pesar de la norma que me ataba a esa habitación. Y entonces me dí cuenta. Ahí estaba el tonto conejo y el relámpago de emociones humanas de las que me había privado mi encierro también estaba allí. Y salí de la espesa oscuridad.
Me asomé por la puerta entreabierta de una habitación desconocida. Estaba allí, yo, junto a unas cuantas personas más; yacía como abyecto. Y el aciago dolor que había en los ojos hinchados de mamá no lograba enternecerme. Ni siquiera sabía cómo era que me estaba viendo.
El tío Hugh contaba una historia endemoniadamente extraña. No para mi, pues yo nada podía sentir al respecto, pero si para los que le escuchaban en ese momento, sus rostros tersos ante la desolación del momento, sus miradas nubladas por la bruma que lo dominaba todo. Alguien si había muerto en el accidente del conejo, y sí, el ambiente se había tornado tenebroso y yerto, pero se necesitaba más que un conejo para conmoverlos, en ese punto ya no me sentía capaz de explicar que sucedía con todos.
Yo, ausente de lo que sucedía, en medio de la habitación, y ajeno al sopor pesado que soplaba dentro. Si, estaba muerto...¿Pero cómo? No lo recordaba, simplemente no había estado allí.
Hugh continuaba contando la trágica historia y yo captaba palabras sueltas. ¿Por qué? Yo no era un conejo que había 'saltado por la ventana'. No recordaba ni recuerdo aún nada. Ahora estoy aquí, colgado del espantoso péndulo de la existencia sin existencia, ausente como siempre. Eximido de todo. Y el conejo les recuerda a mi aliento enrarecido, allí en mitad de la habitación. ¿Como podía mi mente jugar conmigo de tal manera? ¿Como podía confundir mi propia muerte con la de un conejo? Concluyo que tal vez me había muerto hace tiempo pero, allí encerrado, ¿Cómo iba a saberlo?

lunes, julio 29, 2013

Reseña: Aquí vive el horror


Titulo original: Aquí vive el horror – La casa maldita de Amityville

Autor: Jay Anson

Critica: En el mundo de la literatura de horror como en cualquier otra disciplina relacionada con las artes siempre han existido objetos de culto, obras impresionantes que nunca recibieron el reconocimiento que merecen pero que son apreciadas por las personas que llegan a conocerlas.
Es aquí donde se encuentra una magnífica obra escrita por un periodista de nombre Jay Anson. La obra lleva por nombre “Aquí vive el horror” una obra inspirada en los sucesos ocurridos a la familia Lutz en una casa de Amityville.

Una obra llena de misticismo horror e increíbles escenas de temor y desesperación. Jay Anson escribe una novela simple sin mucha lucidez desde su narrativa y prosa, una lectura fácil sin ningún grado de dificultad pero es un punto que se le agradece al autor pues dada la facilidad de su lectura podemos entender perfectamente los detalles y ambientaciones de las situaciones que nos presenta en la obra.

La obra puede que sea la típica historia de horror, una casa encantada fantasmas etc. Pero “lo cortés no quita lo valiente” y esta obra a pesar de su simplicidad y de su argumento repetitivo demuestra paisajes, escenarios, fantasmas y un montón de detalles mórbidos, bizarros, oscuros, que la hacen una historia exquisita en lo que a terror respecta.

El autor  interactúa con nosotros presentándonos la duda típica sobre la existencia o no de los hechos paranormales. Haciéndonos por momentos pensar que haríamos en una situación parecida.

Los personajes son llamativos en el momento en que la casa comienza a afectar sus personalidades y pensamientos es ahí donde los personajes comienzan realmente a  impactar y a jugar un papel importante en la obra.

Unos de los puntos más fuertes de la obra es la desesperación, haciendo una progresión a través de la obra hasta llegar a tal punto de querer gritarle a los personajes y darles golpes. Otro punto fuerte de la novela son los monstruos, horripilantes seres salidos solo del vástago mundo de las tinieblas.
Los fenómenos que ocurren en la casa solo pueden ser descritos como atrocidades que pueden llegar a afectar la cordura de las personas, si fuera una situación real.

Podría seguir extendiéndome más pero esa no es la idea “Aquí vive el horror” es una obra que habla por sí misma y si eres amante del genero tienes que leerla.

En conclusión Aquí vive el horror es una obra simple pero atrapante que respeta los cánones e indica como debe ser una historia de horror, si eres amante del genero la disfrutaras muchísimo.  Si no lo eres tal vez te parecerá una obra simple y llana sin nada rescatable. Esta es una de estas obras que solo cuando la leas entenderás su verdadero valor.

Calificación: 8.5 Muy buena, disfrutable, recomendada para amantes del género.

Por: Midnight 

domingo, julio 28, 2013

Reseña: Las ventajas de ser un marginado


Título original: The Perks Of Being A Wallflower (1999)

Autor: Stephen Chbosky

Sinopsis: Estar de pie en la periferia de la vida...ofrece una perspectiva única. Pero llega un momento para ver todo desde la pista de baile. Es la historia de lo que es crecer en la escuela secundaria. Más que un diario íntimo, las cartas de Charlie son singulares, divertidas, únicas y devastadoras. No podemos saber dónde vive, no podemos saber quién está escribiendo; todo lo que sabemos es el mundo que comparte. Atrapados tratando de vivir su vida y tratando de escapar de ella. El mundo de las primeras citas, dramas familiares y nuevos amigos. El mundo del sexo, las drogas y el Rocky Horror Picture Show, donde todo lo que necesita es la canción perfecta en esa unidad perfecta para sentirse infinito.

Crítica: Charlie es un chico especial en circunstancias especiales que lo han hecho ser como es. Un día es un adolescente viviendo dentro de un mundo que aún está tratando de comprender, y al día siguiente de repente se enfrenta a ciertas situaciones nuevas que debe asimilar y comprender.

El autor nos presenta a un personaje con el que podemos identificarnos fácilmente. Somos adolescentes, nos gusta leer, estamos en secundaria, es fácil poder establecer un vínculo o algún tipo de paralelismo entre lo que le sucede a Charlie y nuestras propias vidas. Y es allí donde surge uno de los puntos fuertes de la historia. No en que nos sintamos como Charlie se siente, pues muchas veces las situaciones son diferentes, sino en la comunicación entre el autor y el lector; eso, es totalmente mérito de Chbosky, pues no basta con tener un personaje carismático, sensible y con gran concordancia a 'lo que se siente ser adolescente', Chbosky logra que sintamos que Charlie está allí, es una persona real que está realmente escribiéndonos porque quiere darnos a conocer su historia, porque él realmente está sintiendo eso, porque él realmente quiere compartir eso con nosotros.

El libro está narrado de una manera espectacularmente sencilla, con la que puedes sentirte parte de eso que se describe. Con la que tienes un punto de referencia al cuál aferrarte mientras lees. Para hacerme entender, un corto párrafo del libro:

Estás allí, con el libro entre las manos, leyendo esto, y de repente sabes que eso es lo que pensaría una persona como Charlie, eso es lo que esperarías que pensara en un momento así. Él está allí, preguntándose por cosas que la mayoría pasa por alto, y está sintiéndose diferente, y aunque no lo sintamos, lo sabemos.

Charlie es el personaje principal, con quien mantenemos contacto, aquel a quien conocemos de primera mano y quien nos informa acerca de lo que pasa a su alrededor. Y en ese punto el libro decae, para mi. Tenemos un par de otros personajes importantes, que tienen buena química con el lector, pero que están limitados. Creo que ese es un problema de narrar en primera persona, tienes a alguien que sabe quién es y cómo se siente, y luego tienes a otros descritos desde la perspectiva de ese mismo personaje. Es decir, Charlie es con quien tratamos, los demás son sólo pasajeros dentro de las situaciones, si bien debo decir que hay momentos del libro muy muy logrados y en los que vemos una interacción entre todos los personajes que sorprende al ver que está narrado en primera persona. Y el libro es malo y bueno en esa fasceta. Es malo cuando recae demasiado en el personaje de Charlie (no cuando él reflexiona demasiado o se ahonda en lo que está experimentando, sino cuando las situaciones tienen casi exclusivamente que ver con lo que a Charlie le concierne) y es bueno cuando vemos aquello que le da título al libro, que es Charlie siendo un marginado, siendo el ser al borde del camino viendo como las vidas de los demás toman rumbos inusitados, y comprendiendo.

 Con ésto no quiero decir que me parezca que el libro es bueno cuando Charlie no toma partido en nada y se limita a ver a los otros actuar, sino que el libro es bueno en la medida en que va a haciendo que Charlie 'actúe', que tome partido en la vida y se involucre en ella, PERO porque se ha formado una visión muy particular de la misma. Y es esa visión de la vida que tiene Charlie la que hace que el libro sea una joya fácilmente digerible y amena. Asi que, Charlie siendo el ser que actúa y a la vez observa es el mayor punto fuerte del libro, más que siendo sólo el que está 'aprendiendo a fumar' o tratando de ayudar a su hermana. No es lo que hace, es el motivo por el cual lo hace, es (parafraseando a Jean Paul Sartre) él y su circunstancia. Cuando dije que me gustaba ver a Charlie al borde del camino es porque, según creo, él nunca estuvo al borde del camino simplemente observando, todas las situaciones le sucedían porque era él, porque ser un marginado lo hacía formar parte y no sólo estar al borde del camino. Porque ser marginado no es aprender tácitamente sobre lo que hacen los otros sin involucrarse, porque la ventaja de ser un marginado es que puedes estar ahí, aunque parezca que no es tu lugar, y puedes hacer cosas, y tratar de sentirte bien con ellas.


Opinión: El libro me gustó por varias razones, quizá nunca logre determinar la mayoría de ellas, pero sé que está fuertemente ligado al hecho de que Charlie hace me sienta parte de eso que él describe, y quiero saber qué es lo que le sucede, y siento que nos escuchamos mutuamente. Chbosky logra que Charlie se me quede dentro, al punto de que estaría gratamente sorprendida si recibiera más de sus cartas, y también le escribiría yo, aunque puede que no le agradase eso. Y, fuera de broma, The Perks Of Being A Wallflower es muy recomendable. No porque esté bien escrito, no porque la historia sea fresca y llevadera, y al márgen de que el final me parezca algo precipitado, lo recomiendo porque nadie puede leer éste libro por ti y decirte que es fabuloso o es una absoluta basura, tienes que comprobarlo por ti mismo. Sólo estando allí puedes evaluar si aquello que te dice Charlie te importa o no. Y es de una lectura bastante personal. Existen esos libros que a pesar de todo lo que se pueda decir de ellos cuando los lees sabes que son buenos o malos, y tienes razones para decir que lo son. Éste, creo, no es uno de esos libros. No es la gran joya de la literatura universal, pero su lectura puede sorprenderte, amenizarte el rato, hacerte plantear un par de preguntas, y, sobretodo, sentir una simpatía casi inevitable por el personaje principal. U odiarlo, según sea el caso.

Calificación: 7.2. Regular, disfrutable y bastante recomendado.

sábado, julio 27, 2013

Reto 2013: Los libros de Charlie

Buscando artículos relacionados con The Perks Of Being A Wallflower a propósito de una reseña acerca de este icónico libro me encontré con un blog muy interesante que plantea un reto al que quise unirme porque varios ya los conozco de antemano y podría casi apostar que todos son excelentes.














El reto consiste en leer todos los libros que Charlie menciona haber leído, y escribir sobre cada cual una nota o reseña.

Éstas son las bases:

- Empieza el 1 de enero y termina el 31 de diciembre.
-Cualquier persona puede inscribirse, debe avisar en un comentario de esta entrada y poner el link de la entrada anunciando el reto.
-Publicar una entrada anunciando el reto y la lista donde se irán poniendo las reseñas/cuentos/notas. Cualquier cosa vale (:
-Poner el banner en un lugar visible durante todo el año 
-Cualquier publicidad es muy bien agradecida ya que como verán es un blog nuevo...
-Se pueden anotar en cualquier momento del año
-Seguir el blog



Los libros son:

En el camino - Jack Kerouac
El almuerzo desnudo - William Burroughs
El extranjero - Albert Camus
A este lado del paraíso - F. Scott Fitzgerald
Peter Pan - James .M. Barrie
Una paz solo nuestra - Jhon Knowles
Matar un ruiseñor - Harper Lee
El guardián entre el centeno - J. D. Salinger
El Gran Gatsby - F. Scott Fitzgerald
Hamlet - William Shakespeare
Walden - Henry David Thoreau
El manantial - Ayn Rand




Les invito bastante a unirse un reto que a mi personalmente me fascina.