Título original: The Perks Of Being A Wallflower (1999)
Autor: Stephen Chbosky
Sinopsis: Estar de pie en la periferia de la vida...ofrece una perspectiva única. Pero llega un momento para ver todo desde la pista de baile. Es la historia de lo que es crecer en la escuela secundaria. Más que un diario íntimo, las cartas de Charlie son singulares, divertidas, únicas y devastadoras. No podemos saber dónde vive, no podemos saber quién está escribiendo; todo lo que sabemos es el mundo que comparte. Atrapados tratando de vivir su vida y tratando de escapar de ella. El mundo de las primeras citas, dramas familiares y nuevos amigos. El mundo del sexo, las drogas y el Rocky Horror Picture Show, donde todo lo que necesita es la canción perfecta en esa unidad perfecta para sentirse infinito.
Crítica: Charlie es un chico especial en circunstancias especiales que lo han hecho ser como es. Un día es un adolescente viviendo dentro de un mundo que aún está tratando de comprender, y al día siguiente de repente se enfrenta a ciertas situaciones nuevas que debe asimilar y comprender.
El autor nos presenta a un personaje con el que podemos identificarnos fácilmente. Somos adolescentes, nos gusta leer, estamos en secundaria, es fácil poder establecer un vínculo o algún tipo de paralelismo entre lo que le sucede a Charlie y nuestras propias vidas. Y es allí donde surge uno de los puntos fuertes de la historia. No en que nos sintamos como Charlie se siente, pues muchas veces las situaciones son diferentes, sino en la comunicación entre el autor y el lector; eso, es totalmente mérito de Chbosky, pues no basta con tener un personaje carismático, sensible y con gran concordancia a 'lo que se siente ser adolescente', Chbosky logra que sintamos que Charlie está allí, es una persona real que está realmente escribiéndonos porque quiere darnos a conocer su historia, porque él realmente está sintiendo eso, porque él realmente quiere compartir eso con nosotros.
El libro está narrado de una manera espectacularmente sencilla, con la que puedes sentirte parte de eso que se describe. Con la que tienes un punto de referencia al cuál aferrarte mientras lees. Para hacerme entender, un corto párrafo del libro:
Estás allí, con el libro entre las manos, leyendo esto, y de repente sabes que eso es lo que pensaría una persona como Charlie, eso es lo que esperarías que pensara en un momento así. Él está allí, preguntándose por cosas que la mayoría pasa por alto, y está sintiéndose diferente, y aunque no lo sintamos, lo sabemos.
Charlie es el personaje principal, con quien mantenemos contacto, aquel a quien conocemos de primera mano y quien nos informa acerca de lo que pasa a su alrededor. Y en ese punto el libro decae, para mi. Tenemos un par de otros personajes importantes, que tienen buena química con el lector, pero que están limitados. Creo que ese es un problema de narrar en primera persona, tienes a alguien que sabe quién es y cómo se siente, y luego tienes a otros descritos desde la perspectiva de ese mismo personaje. Es decir, Charlie es con quien tratamos, los demás son sólo pasajeros dentro de las situaciones, si bien debo decir que hay momentos del libro muy muy logrados y en los que vemos una interacción entre todos los personajes que sorprende al ver que está narrado en primera persona. Y el libro es malo y bueno en esa fasceta. Es malo cuando recae demasiado en el personaje de Charlie (no cuando él reflexiona demasiado o se ahonda en lo que está experimentando, sino cuando las situaciones tienen casi exclusivamente que ver con lo que a Charlie le concierne) y es bueno cuando vemos aquello que le da título al libro, que es Charlie siendo un marginado, siendo el ser al borde del camino viendo como las vidas de los demás toman rumbos inusitados, y comprendiendo.
Con ésto no quiero decir que me parezca que el libro es bueno cuando Charlie no toma partido en nada y se limita a ver a los otros actuar, sino que el libro es bueno en la medida en que va a haciendo que Charlie 'actúe', que tome partido en la vida y se involucre en ella, PERO porque se ha formado una visión muy particular de la misma. Y es esa visión de la vida que tiene Charlie la que hace que el libro sea una joya fácilmente digerible y amena. Asi que, Charlie siendo el ser que actúa y a la vez observa es el mayor punto fuerte del libro, más que siendo sólo el que está 'aprendiendo a fumar' o tratando de ayudar a su hermana. No es lo que hace, es el motivo por el cual lo hace, es (parafraseando a Jean Paul Sartre) él y su circunstancia. Cuando dije que me gustaba ver a Charlie al borde del camino es porque, según creo, él nunca estuvo al borde del camino simplemente observando, todas las situaciones le sucedían porque era él, porque ser un marginado lo hacía formar parte y no sólo estar al borde del camino. Porque ser marginado no es aprender tácitamente sobre lo que hacen los otros sin involucrarse, porque la ventaja de ser un marginado es que puedes estar ahí, aunque parezca que no es tu lugar, y puedes hacer cosas, y tratar de sentirte bien con ellas.
Opinión: El libro me gustó por varias razones, quizá nunca logre determinar la mayoría de ellas, pero sé que está fuertemente ligado al hecho de que Charlie hace me sienta parte de eso que él describe, y quiero saber qué es lo que le sucede, y siento que nos escuchamos mutuamente. Chbosky logra que Charlie se me quede dentro, al punto de que estaría gratamente sorprendida si recibiera más de sus cartas, y también le escribiría yo, aunque puede que no le agradase eso. Y, fuera de broma, The Perks Of Being A Wallflower es muy recomendable. No porque esté bien escrito, no porque la historia sea fresca y llevadera, y al márgen de que el final me parezca algo precipitado, lo recomiendo porque nadie puede leer éste libro por ti y decirte que es fabuloso o es una absoluta basura, tienes que comprobarlo por ti mismo. Sólo estando allí puedes evaluar si aquello que te dice Charlie te importa o no. Y es de una lectura bastante personal. Existen esos libros que a pesar de todo lo que se pueda decir de ellos cuando los lees sabes que son buenos o malos, y tienes razones para decir que lo son. Éste, creo, no es uno de esos libros. No es la gran joya de la literatura universal, pero su lectura puede sorprenderte, amenizarte el rato, hacerte plantear un par de preguntas, y, sobretodo, sentir una simpatía casi inevitable por el personaje principal. U odiarlo, según sea el caso.
Calificación: 7.2. Regular, disfrutable y bastante recomendado.
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